
Design Thinking para la vida real
Según la definición de Tim Brown, CEO de la agencia de diseño IDEO, el Design Thinking es un enfoque para la innovación basado en el Ser humano, que viene de las herramientas del diseñador para integrar las necesidades de las personas, las posibilidades de la tecnología, y los requisitos para el éxito de una actividad. (versión original, en inglés)
En cada proyecto, el diseñador se basa en herramientas observación, empatía y comprensión de la realidad (escenario) de los diferentes tipos de usuarios, para crear una visión sistémica de la situación actual. Posteriormente, en la fase “convergente”, traza unas pautas y comienza a proponer oportunidades para la mejora de la situación actual. Para ver si una oportunidad tiene un impacto positivo en la situación, utiliza herramientas de “prototipado rápido”, es decir crea modelos reales de la idea que tiene en mente, versiones beta, modelos de baja resolución, representaciones útiles para hacer las pruebas necesarias con los usuarios, y que no impliquen costes excesivos en caso de que no funcionen.
En el momento de la prueba, se abre una nueva fase divergente, en la que se consideran las variables que puedan haber producido el éxito (o no) de la idea propuesta.
Dependiendo de los resultados obtenidos en las pruebas, pasamos a una nueva fase convergente del proyecto, más detallada y con nuevas ideas que mejoren el proceso.
El proceso “termina” en el momento en que se llega a un punto aceptable de funcionalidad, estética y cumplimiento de lo requerido, cuando se puede entonces pasar a la fase de fabricación.
Un proceso de Coaching Esencial®, aunque desde diferentes bases teóricas (aquí arriba un esquema simplificado, adaptado de un artículo de Cris Bolívar), tiene mucho en común con el Design Thinking.
Primero, en el coaching se establece un foco de trabajo a partir de los objetivos del cliente. No siempre foco y objetivos coinciden. En términos de design thinking: el objetivo (dictado por el ego) sería “diseñar una silla nueva para vender más” , mientras que un posible foco de trabajo (orientado a la esencia) podría ser “repensar cómo sentarse para mejorar la vida de los usuarios”. Más extenso y complejo, abierto a nuevas posibilidades, lenguajes y experiencias. En el Coaching Esencial, si el objetivo del cliente fuera por ejemplo “encontrar un nuevo empleo”, se podría llegar a orientar el foco en un espacio más profundo, trabajando sobre lo que la búsqueda (desesperada/dispersa/ineficaz/obsesiva…como sea que la defina el cliente) de un empleo, no es más que una metáfora.
La creatividad es fundamental en todo el recorrido, tanto en la fase divergente de exploración de nuevas áreas y oportunidades, como en la etapa convergente, encaminada a la superación de prejuicios y roles ahora sin sentido real.
Hacer un dibujo de la situación, elegir imágenes, colores o sensaciones que la describen, retratar personas y escenarios, permiten conectar los dos hemisferios del cerebro, estimulan las asociaciones de ideas y crean el ambiente ideal para la expansión de la conciencia en lo que inicialmente podría haber parecido como un “problema”.
La ausencia de juicio es una regla fundamental, tanto en coaching como en el proceso de design thinking, pensamos en una sesión de brainstorming en el que se trata de compartir ideas con otros participantes, sin juzgar o evaluar con frases como “es demasiado caro” o “No me gusta esta idea”. Observar lo que surge, darle la bienvenida, aceptarlo tal y como es. El siguiente paso será decidir juntos qué hacer con ello, si revisarlo, construir algo más sobre ello, modificarlo, o apartarlo porque ya se quedó inútil u obsoleto. Fase convergente, de las decisiones conscientes, basadas en la relación con el foco, no en el juicio de valor.
Pasar del mundo de las ideas al de la experiencia real: el “prototipado rápido” Es esencial también en Coaching Esencial®. No es sólo una hora cada dos semanas, que se hacen pasos adelante en el proceso. Día a día, 24/7, hay que poner en práctica lo que se ha surgido en la sesión, el propósito que se ha creado se tiene que plasmar en un modelo real, a escala 1:1, en el que estar presente constantemente para sentir y vivir el cambio en la propia piel, tomar nota de las consecuencias que tiene en las relaciones, sobre las acciones, en las emociones de cada día, y entonces elegir si ese “modelo” funciona o se puede cambiar otra vez, mejorar, pulir, personalizar.
Según una definición de Roman Mars, la definición de diseño es hacer la vida mejor y darle alegría a las personas. Aquí va otra, y quizás la más importante, de las cosas que el Design Thinking tiene en común con el Coaching Esencial®.
Contáctame y juntos definiremos un foco de trabajo personalizado.
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