
¿Cómo liberarte del «Síndrome del Impostor»? Consejos de expertos
Te soy sincera, me ha pasado más de una vez. Es un baile de cuatro pasos:
- Un cliente me pide que participe en un proyecto nuevo e intrigante
- Me emociono con la propuesta y me pongo manos a la obra con presupuesto y calendario
- Cuando estoy a mitad del documento, mi mente empieza a divagar.»Pero si yo no sé nada de lo que me están pidiendo». «Tengo que rebajar el precio, cómo va a aceptar pagarme todo eso». «Quién soy yo para hacer un proyecto de este nivel». «Van a descubrir que en realidad no sé nada y voy a quedar fatal»… y otras perlas de este estilo.
- El presupuesto que me comprometí a entregar se queda bloqueado y mi motivación inicial se cae por los suelos. Me siento fatal conmigo y con el cliente.
¿Tú también bailas así?
De una manera más o menos consciente, entramos en unos bucles de los que salir es más difícil que entrar. ¡Pero no es imposible!
A lo largo de mi camino, guiada por la curiosidad hacia el funcionamiento de este maravilloso hardware (y software) de los seres humanos, he recopilado las aportaciones de seis terapeutas y coaches sobre esta trampa, a menudo etiquetada como «Síndrome del Impostor» y aquí comparto sus valiosos consejos para que puedas dejar el auto-boicot y pases a la acción.
¡Te espero en los comentarios para que compartas tus propios tips!
1. Ana Gómez
El Síndrome del Impostor es el nombre que se le ha dado a aquellas situaciones en las que una persona consigue logros pero no se siente a gusto con el éxito, le abruma o le da miedo, o bien no se siente merecedor, por definirlo de manera general y breve.
Le ocurre con mucha frecuencia a emprendedores, quienes retrasan iniciar su proyecto poniendo excusas de tipo económico, de falta de formación, de falta de experiencia o de cualquier otro tipo.
Si te identificas con alguno de estos grupos o te ocurre algo parecido, probablemente estás padeciendo el Síndrome del Impostor.
A continuación te comento las causas más comunes y la manera de superar esos obstáculos.
- Estar intentando cumplir con las expectativas de otras personas: Y es que crecemos con la pregunta constante de ¿Qué quieres ser de mayor? Y con cargas de lo que se espera de nosotros. La solución es el auto-conocimiento: parar, respirar y analizar cuáles son mis expectativas, qué quiero yo (yo y solo yo, de verdad: ¿qué me surge de las entrañas?) y a partir de ahí actuar en consecuencia.
- Tener miedo a ser responsable de algo… por si no sale bien: En este caso, si te sientes así, de nuevo para, respira y deja de identificarte con el resultado. Si tu camino va a pasar desapercibido si no logras el resultado deseado, déjalo ya. El camino es la clave! Porque el resultado llegará cuando hayas recorrido el camino de «aprender, errar e intentar» las veces necesarias y no sabemos de cuántas se trata. Así que (otra vez) para, respira y disfruta del aprendizaje, sin expectativas irreales de resultado.
- Necesitar el permiso de otros: a veces tenemos la autoestima bajita y está bien que nos apoyemos en personas de confianza, pero otras veces nos fiamos tan poco de nosotros mismos que – literalmente- pedimos permiso para ser. Está muy bien tener segundas opiniones pero las otras personas tienen sus vidas y sus circunstancias, así que reflexiona sobre cuánto permiso te das tú a ti mismo, cuánto confías en ti y cómo te juzgas. A partir de ahí, actúa en consecuencia.
¿Cuánto permiso te das a tí mismo para triunfar? ¿Cómo te estás juzgando y cuánto confías en tu aportación? (Ana Gómez, Hervasana.com)
- Miedo al qué dirán: Sí, es cierto, a veces nos preocupa la imagen que damos o podemos dar, nos pasa a todos. Y es que también hemos crecido con el entorno pidiéndonos que lleguemos a «ser alguien en la vida». (Entre nosotros: ya somos alguien!. Yo soy Ana, encantada de conocerte.) La idea es que hay que «hacer», para «tener» y así «ser», pero la realidad es que hay que «ser» (uno mismo) para «hacer» (con coherencia) y como consecuencia «tener» ( aquello que realmente me hace feliz).
- Y finalmente, no conocer mis límites o, por decirlo de otra manera: los «y si….?» y los «es que…..». Esta trampa, en la que todos caemos, se llama Excusa. Y está relacionada con todo lo anterior. Está basada en el miedo. Es la que nos mantiene quietos y soñando en lugar de siendo y haciendo. La mayoría de las veces estos miedos no son nuestros sino que vienen de creencias que ni siquiera nos cuestionamos. Por supuesto: para, respira y visualiza tu camino pensando «¿Por qué no?» , enfocándote en la solución y no en el problema, siendo flexible y adaptativo y sobre todo, insisto, sobre todo: entusiasmándote (es el ingrediente secreto).
El entusiasmo es el ingrediente secreto (Ana Gómez, Hervasana.es)
Para concluir, recuerda que tú eres único y que tu manera de hacer las cosas es única también ya que sale de tu ser. No puedes ser lo que no eres. Vaya perogrullada ¿verdad?, pues piensa en ello, porque nunca podrás ser un impostor siendo tú mismo.
Nunca podrás ser un impostor siendo tú mismo. (Ana Gómez, Hervasana.es)
Y si ves que te cuesta empezar a ser tú mismo, ten en cuenta que hay profesionales, terapeutas, coaches y formadores en crecimiento personal encantados de ayudarte y acompañarte en tu camino.
Mi nombre es Ana Gómez, me dedico a formar en técnicas de Crecimiento Personal: tras una entrevista, diseño sesiones específicas para que la persona o grupo que asiste aprenda herramientas de gestión del tema a superar. En estas sesiones trabajamos cuerpo, mente, emociones y creencias espirituales a través de ejercicios de coaching, mindfulness, PNL, TFT, kinesiologia, hipnosis, etc con el objetivo de conocernos mejor, hacer las paces con nosotros mismos y crecer hasta lograr nuestro objetivo.
Más información en www.hervasana.es
2. Salva Contreras
A veces me encuentro con que algunas de las mujeres con las que trabajo, que han encontrado su propósito de vida y comienzan a dedicarse a lo que les hace felices, de repente tienen pensamientos negativos acerca de lo que hacen. Sienten que no son profesionales y que, de alguna forma, si tienen buenos resultados no se deben al gran trabajo que hacen sino a la suerte.
Ese tipo de pensamientos genera ansiedad, estrés y miedo a que, alguien en algún momento pueda darse cuenta del fraude que son.
¿Cómo puedes reconocerlo?
Clave #1: Si te sorprendes a menudo teniendo pensamientos del tipo “en algún momento se van a dar cuenta de que no tengo ni idea de lo que estoy haciendo”
Clave #2: Si, cuando has conseguido buenos resultados en algo que has acometido y te felicitan, tú dices “ha sido sencillo” o “cualquiera lo hubiese hecho igual” o algo por el estilo, restándote méritos y valía.
Clave #3: Si te pasas el día esforzándote tres veces más de lo que lo hacen tus compañeros, sientes ansiedad y estrés ante las actividades que tienes que realizar y lo revisas varias veces para que sea perfecto, ante el “peligro” que alguien pueda llamarte la atención.
Lo más importante es que seas consciente de esos síntomas porque, de esa forma, puedes combatirlo. ¿Cómo? Aquí tienes algunas sugerencias:
#1. Acepta los cumplidos. Las personas te felicitan honestamente porque, de verdad, piensan que haces un buen trabajo.
#2. No quieras que todo salga pluscuamperfecto. La perfección no existe y, en cualquier caso, va a depender de la mirada de cada cual. Lo que para una persona está sólo bien o regular, para otra puede estar genial.
La perfección no existe y, en cualquier caso, va a depender de la mirada de cada cual. Lo que para una persona está sólo bien o regular, para otra puede estar genial. (Salva Contreras, CoachingEnfocate)
#3. Sé realista. No tienes por qué saberlo todo. No eres una enciclopedia con patas. Date permiso para reconocerlo y equivocarte.
#4. Escribe una pequeña biografía sobre ti y todo lo que has conseguido en el pasado y colócala en un lugar accesible. Cuando te lleguen pensamientos negativos sobre ti o sobre lo que haces, coge el escrito y léelo en voz alta.
#5. Hazte con una agenda y cada noche escribe en el día correspondiente los logros u objetivos conseguidos ese día. Cuando te levantes por la mañana, lee lo que escribiste para que te sirva de motivación.
#6. Si, en algún momento, no consigues un objetivo que te hayas propuesto, no lo tomes como un fracaso sino como un aprendizaje de lo que tienes que tener en cuenta la próxima vez.
#7. No hagas oídos a las personas negativas y que únicamente hacen críticas poco constructivas. La gente negativa sólo genera pesimismo a su alrededor.
Y lo más importante: cree en ti y en tus posibilidades.
Soy Salva Contreras, psicóloga y coach certificada especializada en reinvención profesional. Ayudo a todas esas mujeres que se sienten desmotivadas e insatisfechas con el rumbo que ha llevado su vida, pero que están comprometidas con su felicidad, a tener la vida de sus sueños. A encontrar y a desarrollar sus talentos innatos para que puedan trabajar y vivir de lo que, verdaderamente, les apasiona y les hace vibrar.
Si sientes curiosidad o quieres saber más de mí o cómo trabajo, te invito a visitar mi página web: http://coachingenfocate.es, en la que encontrarás recursos gratuitos para que puedas comenzar a tener la vida que quieres desde ahora mismo.
3. Elisa Tarilonte
Comenzando mi tercer año como profesional autónomo independiente, puedo mirar atrás para observar los miedos que he vivido, y comprenderlos desde otra perspectiva.
Uno de los miedos que más me ha paralizado ha sido el gigante llamado Síndrome del Impostor. ¿Quieres saber cómo supe que estaba enfrentándome a él?
Porque no paraba de formarme. Todos los cursos, conferencias y congresos que llegaban a mi eran importantes y necesarios. Y no es que yo no tuviera ya mucha formación. Era que tenía un miedo increíble a no saber lo suficiente. Y ese miedo me tenía en una jaula. Me impedía ser, me impedía crear. Tenía secuestrada mi creatividad.
Tenía un miedo increíble a no saber lo suficiente. Y ese miedo me tenía en una jaula. Me impedía ser, me impedía crear. Tenía secuestrada mi creatividad. (Elisa Tarilonte, Terapeuta Humanista)
Y, ¿sabes cómo lidie con ello?
Cuidándome. Escuchándome. Sosteniendo mi miedo. A la vez que seguía formándome, puse mucho foco y atención en que estaba construyendo mi identidad. Mi sistema. Y esto es algo aplicable a todas las profesiones, especialmente esas que requieren creatividad. Ya que para crear necesitamos conectar con nosotros mismos, con lo que somos, con nuestra manera de entender el mundo y con esa misión que tenemos cada uno de transformar nuestro entorno y hacerlo mejor.
En resumen, las 5 claves que a mí me han servido para librarme del síndrome del impostor son:
- Confía en ti, en tu miedo. El miedo tiene la función de protegernos y guiarnos para hacernos más fuertes. Es una fase de crecimiento como otra cualquiera. Y pasará.
- Crea tu propia marca, tu identidad. Haz que tu trabajo transmita realmente lo que eres, con honestidad y humildad. Las personas que trabajan contigo lo agradecerán, ya que indirectamente les estás permitiendo ser.
- Crea tu propio sistema, tu manera de hacer las cosas. Tus horarios, tus ritmos… son importantes para conectar con tu creatividad.
- Cuídate. Cuídate mucho. Eres el principal valor de tu trabajo. Descansa, aliméntate para sentirte nutrido. Muévete y haz deporte para sentirte bien en tu cuerpo. Trabaja para transformar al mundo.
Eres el principal valor de tu trabajo. Descansa, aliméntate para sentirte nutrido. Muévete y haz deporte para sentirte bien en tu cuerpo. Trabaja para transformar al mundo. (Elisa Tarilonte, Terapeuta Humanista)
- Escúchate, date valor. Tus emociones tienen sentido e importancia, tienen su función. Estar ahí para ti mismo hará que no dependas de nada ni de nadie. Hará que ninguna emoción negativa te bloquee, siempre que tú estés ahí para preguntarte: ¿Qué necesito?
Soy Elisa Tarilonte, terapeuta humanista.
Trabajo desde un enfoque emocional profundo, integrando cuerpo, mente y emoción en el proceso terapéutico.
Acompaño a mujeres que enfrentan procesos de ansiedad, depresión, angustia y malestar. Mujeres que buscan equilibrio y claridad. Juntas aprendemos a escuchar nuestro cuerpo y emociones, construyendo una guía interna segura que nos permita lidiar con la exigencia, la inseguridad y el bucle mental en el que a veces encallamos para tomar decisiones de autocuidado y libertad.
4. Mónica Garzón
Las señales que indican cuando el Síndrome del Impostor se ha apoderado de ti, se relacionan con 3 de tus dimensiones: tu mente y los pensamientos que se reproducen allí, las emociones que te anclan en un ciclo vicioso no creativo y las acciones que realizas para mantener este ciclo. (Mónica Garzón, Psicóloga y Arte-terapeuta)
Dentro de estas señales, las más frecuentes son:
- Bloqueo mental por miedo. El perfeccionismo no permite ver los errores como oportunidades de aprendizaje. Está la falsa creencia que para Ser no se puede fallar.
- Falta de credibilidad en ti y en tus capacidades.
- Baja tolerancia a la frustación. Quieres resultados de forma inmediata o a corto plazo.
- Miedo a la exposición y sus consecuencias. Es la falsa creencia de que no vas a poder con las críticas.
- Idea de no merecimiento, por lo que no cobras lo que tú y tu servicio valen.
- No tener claro tu “uniqueness”, el aporte único que das a tu negocio, el que marca la diferencia en tu servicio y te da el mayor placer personal.
- Creer que lo que has logrado hasta ahora no es suficiente. Tienes una visión de logro muy alta y rígida.
- Posición de victima que no te deja ser proactiva.
Claves para reconocer y liberarse del Síndrome del Impostor:
- Revisa tu discurso interno. Cambia las afirmaciones o negaciones que haces de ti por preguntas que te lleven a argumentos constructivos. Escríbelas y te llevarás sorpresas interesantes.
- Revisa tu respiración. Si es corta y superficial, no te estás oxigenando y te quedas sin ideas y creatividad. Haz ejercicios de respiración antes de sentarte a trabajar.
- Revisa tu tension muscular, el área de tu cuerpo que sientes más tensa es donde iniciarás a relajar.
- Establece una rutina flexible de ejercicios donde incluyas: respiración, relajamiento y expresion creativa.
Soy Mónica Garzón Ruiz, Mentora en Gestión Emocional, Psicóloga y Arte-terapeuta.
Trabajo con aquellos que son conscientes del vacío interior y el dolor emocional que ello produce. Personas que perciben su necesidad de sanar y de Ser, aquellos inconformistas y buscadores de sentido que quieren construir su felicidad interior.
Desde niña, el arte y la observación han sido mis compañeros. Temprano comprendí los pasos que llevan esta transformación y con mi experiencia y formación profesional, he podido consolidar mi Método de Trabajo, con el que logras tomar consciencia de tu espacio interior y el mapa a seguir para sanar.
Mi misión es ayudarte en la gestión de tus emociones. Voy a caminar contigo para abrir el camino hacia tu interior y crear tu estado de plenitud.
5. David Muela
Me llamo David Muela de Cambiaturumbo.com y soy coach estratégico y experto en psicología deportiva. Gracias a mi Método Vela ayudo a terapeutas y coaches a ganar la confianza y a que tengan la autoestima necesaria para erradicar de sus vidas el síndrome del impostor y a sentir la seguridad que les permita vivir de sus sesiones. Dentro del coaching estratégico existen 3 tipos de estados mentales:
Victima: Es cuando la persona cree que todo lo que le sucede es por designios del destino y que no se puede hacer nada por cambiar.
Avestruz: Es cuando la persona es consciente de que tiene que cambiar algo, sin embargo, lo hará mañana o el mes que viene porque todavía no está preparada y procrastina sus tareas.
Guerrero: Es cuando la persona es consciente de que los problemas están ahí para hacerle crecer y los acepta como parte de su éxito. Esta última es la energía que les transmito en mis procesos.
¿Cómo puedo saber si tengo el síndrome del impostor?
Lo más científico para saberlo es haciendo el test de la doctora Clance (está en inglés) y te quitas de dudas.
Pero si crees que tu problema no es tan grave, ya que simplemente sientes un bloqueo en tus decisiones y avances en tus objetivos, te diré cuáles son los principales síntomas.
¿Cuáles son los ingredientes principales en este síndrome?
Perfeccionismo: que no te deja vivir. Si eres de los que tienen pensamientos dicotómicos (es decir, “o lo hago así, que es la única forma correcta, o no lo hago”), debes saber que muchas veces de este tipo de pensamientos viene la parálisis por análisis y la procrastinación. Tienes asociado más dolor a cambiar que a no cambiar.
Miedo a no ser suficiente: entras en un bucle de conductas. Aunque sabes que tras finalizar el último máster, curso, carrera o formación del último infoproducto llega la hora de buscar clientes, te embarga la ansiedad y al final escapas de la situación apuntándote a un nuevo curso.
Así solo afianzas más esta conducta, ya que la asocias al placer del quitarte esa ansiedad cuando te escapas de la situación estresora (y no te enfrentas a buscar clientes). Además, tienes vergüenza de qué dirán de ti, ya que crees que no eres más que un charlatán e impostor.
Miedo a mostrarte: por asociación a la vergüenza de qué dirán de ti.
Miedo a fracasar: junto con el perfeccionismo, con este ingrediente el círculo se cierra. Otra vez vuelves dentro de tu zona de confort al apuntarte a un nuevo curso y no te enfrentas a hacer prácticas.
Si te sientes identificado, puedes encontrar más información sobre el síndrome del impostor en cambiaturumbo.com. Además, con mi Método Vela te puedo ayudar a forjar la suficiente seguridad y a rebajar la autoexigencia, ya que estos suelen ser los principales problemas dentro de este síndrome.
¿Cuáles son las claves para liberarse de él?
- Ser consciente de que todo ser humano es imperfecto por naturaleza, luego si tú eres ser humano, también lo eres.
- Reconocer tus logros por muy pequeños que sean. Son tuyos y los has conseguido con esfuerzo.
- Consigue seguridad para posteriormente aumentar tu confianza y autoestima. Con el Método Vela, dependiendo de qué necesitas, te ayudo a aumentar la seguridad con: claridad, estrategia, erradicando conflictos internos, modifico tu estado mental, te ayudo con el miedo a mostrarte o el miedo a fracasar.
- Sé consciente que para tu confianza vale más 1 gramo de práctica que 1 tonelada de teoría.
- No te compares con tus referentes ya que sólo ves lo que quieren que veas, no lo que hay detrás de la tramoya en su trabajo.
6. Lorelis Cova
Hola, Soy Lorelis Cova, Coach esencial, antes de descubrir el coaching mi trayectoria profesional se había desarrollado en márqueting y publicidad, cine, arte, ventas y algunos otros intereses. Me dedico a acompañar personas que están buscando un cambio consciente en sus vidas tanto en lo personal como en lo profesional. También trabajo con grupos e imparto talleres que buscan generar ese cambio a nivel grupal. Un enfoque particular para mi son las empresas y los grupos sociales diversos como generadores de esa conciencia que nos puede conducir a propiciar esos cambios en más sectores de la sociedad. Propicio una organización dedicada a llevar ese cambio a sectores claves del desarrollo humano para hacernos más conscientes y conseguir avances que nos promuevan en esa dirección.
coaching@loreliscova.com
Este artículo lo presento para ti como resultado de parte de mi experiencia particular. Comparto contigo algunos de los temas e inquietudes que a mi se me han presentado en mis primeras sesiones practicando con el coaching. Lo que no quiere decir que posiblemente hayan más claves que te puedan ayudar a reconocerlo y que quizás más adelante pueda desarrollar de una manera más extensa. También mis trucos para superarlo creo que pueden ayudar a un gran número de compañeros pero por supuesto con creatividad y experimentando podrás extrapolar y conseguir mas soluciones particulares para ti.
¿Cómo saber si tengo síndrome del impostor?
Podría parecer normal sentir este síndrome del impostor como un paso natural hacia la experiencia y la especialización de nuestra profesión. El caso es cuando nos pasamos un largo período de tiempo sintiendo, pensando o considerando seriamente la posibilidad de que no estamos ayudando, promocionando o propiciando un resultado eficiente con nuestro trabajo.
- Una manera de detectarnos una posible afectación de este síndrome es si nos crean una cierta ansiedad los resultados conseguidos. Si continuamente cuestionamos nuestras intervenciones, pensando en posibles correcciones inmediatamente o si nos quedamos con una tristeza al acabar sesiones o procesos. Este sentimiento puede presentarse de una manera casi imperceptible.
- También se nos puede presentar cuando continuamente estamos comparando las experiencias del cliente con las propias, comparamos la personalidad y esto nos puede plantear cuestionarnos hasta la presencia.
- Otro punto particularmente crucial es cuando por transferencia o proyección no podemos ayudar a un cliente particular en un momento y en unas circunstancias. Gestionar esta situación podría darnos una sensación de inseguridad en nuestras capacidades. La teoría nos puede decir que es lo más natural y comprensivo pero nuestra emocionalidad puede verse desbordada por la experiencia.
¿Cuáles han sido mis claves para librarme de este síndrome?
- En primer lugar me ha servido el conocimiento de las bases de la profesión. Seguir el método. Aunque al principio estamos un poco pez y quizás la experimentación nos hace divagar en algunas técnicas, conocimientos o herramientas de aplicación, yo siempre me apoyé en seguir el método. Si hago todo aquello que me explicaron y que le ha funcionado a tantos profesionales, seguramente también va a ayudar al cliente. Por eso te recomiendo que cada vez que puedas repasa todo aquello que te enseñaron que podrías hacer para conseguir resultados en las sesiones.
- Aprender a desarrollar la confianza en tu intuición. A algunas personas nos cuesta más que a otras confiar en aquello que no es tangible ni medible aparentemente pero que puedes ir confirmando con tus clientes. Los temas que se te van presentando y que terminan siendo los más relevantes para tus clientes suelen llamarte la atención. Traerlos a la conversación te mantendrá en el hilo de la situación que más requiere la sesión y te irá dando confianza en tu desarrollo profesional, confirmando con tus clientes que es algo relevante para ellos.
- Inicia y cierra bien cada sesión. Esto genera gran confianza en ti y en los clientes.
- Finalmente y para no extenderme, mantener siempre el foco en tu cliente será la mejor forma de asegurarte que estás haciendo el trabajo para el cual has sido contratado o requerido. En estas circunstancias no importa tanto tu apreciación como los resultados que tu cliente está consiguiendo. Finalmente es él quién tiene y necesita conseguir sus respuestas, tu solo te limitas a acompañarle y si te mantienes en ese espacio, no sólo le das la oportunidad de que así ocurra si no que te relajarás sabiendo que tu haces tu trabajo mientras que él o ella ganarán en responsabilidad y consciencia.
Gracias Ale por darme esta posibilidad de colaborar en un tema tan importante, a todos vosotros por vuestra atención y a todos los clientes con los que he trabajado hasta ahora por su confianza y compromiso. Abrazos desde El Run Run de Mi Corazón. Muakss
7. Ahora es tu momento.
Para superar el síndrome del impostor hay muchas estrategias, pero todas tienen algo en común: hay que conectar y confiar en tu proprio «experto» y sabio interior. Así que te invito a pasar a la acción ahora mismo. ¿En cuál de los comentarios anteriores te has identificado? ¿Cuáles son las frases-boicot más frecuentes para tí y cómo las detectas? ¿Qué claves te funcionan mejor para «derrotar al gigante» en tu contexto profesional? ¡Te espero en los comentarios!
IMPORTANTE: En la semana entre el 22 y el 26 de octubre voy a seleccionar a 5 profesionales creativas y comprometidas con su progreso, para pasar al siguiente nivel en su profesión creativa a través de un proceso individual de Essential Coaching. Si quieres ser una de ellas, reserva tu sesión de valoración a través de este link. Si eres chico, también eres bienvenido!
No hay comentarios